Después de 12 temporadas, la serie antológica americana llega a su última temporada

Doce temporadas es mucho tiempo para una serie, pero en el caso de American Horror Story es, además, un hito en lo que al género de terror se refiere. Lo que comenzó por un experimento, se transformó en una antología que ha explorado en una multitud de tropos y matices de lo terrorífico. En especial, en la idea del mal contemporáneo a través de distintos puntos de vista y en especial, en la manera en que la codicia, la vanidad y la violencia pueden ser expresiones de lo tenebroso. 

Pero es el hito de su duodécima temporada, la que, la además, se atreve con un terreno resbaladizo que está, en la actualidad, el centro del debate mundial. La maternidad o el derecho del cuerpo de las mujeres, llega a American Horror Story en un conjunto de historias que logran reimaginar el control, la agresión y el abuso. Todo, desde lo macabro del género del terror.

Por primera vez, AHS no depende de la imaginación de Ryan Murphy o su grupo de guionistas, sino que adapta una novela contemporánea. En este caso, se trata de Delicate Condition de Danielle Rollins. La ficción, que narra la historia de una mujer que intenta por todo los medios quedar embarazada sin lograrlo, tiene un extraño a lo macabro. 

A saber: la protagonista está por completo convencida que sus repetidos intentos fallidos de inseminación in vitro y otros han fallado, debido al sabotaje. Uno, que además, perpetra una figura siniestra que, poco a poco, se adueña de su vida, decisiones y al final, incluso de su cuerpo. 

El argumento llega a la serie en un relato oscuro que comienza con Anna (la habitual de la antología Emma Roberts), una actriz que llegó a la fama casi de manera súbita. Pero, a pesar de que su vida parece ser todo lo que desea, no consigue embarazarse. Por lo que se obsesiona por convertirse en madre. Por lo que toma la decisión de practicarse un tratamiento agresivo con el especialista de fertilidad más costoso y al parecer, infalible de Nueva York. 

En esta ocasión, Ryan Murphy cede el testigo de la dirección y el guion. Y lo ha hecho a un equipo más relacionado con el teatro que con la televisión. La sala de guionistas, está encabezada por la actriz y dramaturga Halley Feiffer, que trabajó directamente sobre el texto de Danielle Rollins. 

A la habitual en la serie Emma Roberts (que participó en Coven, Freak Show, Cult, Apocalypse y 1984) se unen algunas celebridades nuevas. Incluyendo la actriz Cara Delevingne y la estrella de la telerrealidad Kim Kardashian. Esta última, una concesión a Ryan Murphy, que ya había declarado su buena disposición de incluir a la influencer en alguno de sus repartos futuros.

Fuente: Hipertextual