Robert de Niro habló sobre las complicaciones en las grabaciones de su última serie en Neflix
Robert De Niro es, indiscutiblemente, una de las grandes leyendas del cine. Sin embargo, tras más de cinco décadas en proyectos cinematográficos ha dado el salto a la pantalla chica con una exitosa miniserie de Netflix. En ella, da un giro de tuerca a su popular concepción como mafioso para convertirse en nada menos que el ex presidente de Estados Unidos.

Pero ¿cómo fue para De Niro entrar de lleno a un lenguaje y formato al que no suele estar acostumbrado? De acuerdo con declaraciones para Variety, la estrella de Buenos Muchachos tomó esto como una prueba de resistencia, además de estar sumamente implicado en el proyecto. Según explica, la ardua labor fue como «estar en el Canal de la Mancha».
«Es como hacer tres películas seguidas. Estuve en casi todo. Así que tenía que estar al tanto de todo, incluso de algo tan simple como saberme los diálogos. Así que lo comparé con estar en el Canal de la Mancha: nadando de Francia a Inglaterra, mirando hacia atrás y sin ver Francia, mirando hacia adelante y sin ver Inglaterra. Tengo que seguir nadando, si no, me hundiré«.
Pese al esfuerzo, la miniserie tuvo una recepción dispar. Por un lado, ascendió al primer lugar del ranking de lo más visto en la plataformacon 17.9 millones de vistas. No obstante, recibió críticas mixtas por parte de la prensa especializada. Entre las reseñas que se pueden leer, la catalogan como un experimento tibio, pero elogian la participación de De Niro.
Con solo seis episodios, la serie entrega una historia completa, sin dejar cabos sueltos ni exigir el compromiso de múltiples temporadas, ideal para aquellos que buscan una experiencia intensa para maratonear. Además, se despliega una narrativa cargada de tensión, misterio y revelaciones que se entrelazan por una crisis global, desinformación y paranoia.
Fuente: Hipertextual


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