Los actores han servido para mantener a raya a los lobos en la región de Oregon.
Cuando se estrenó en el Festival de Venecia en 2019, ‘Historia de un matrimonio’ fue recibida como una de las grandes películas del certamen. Escrita y dirigida por Noah Baumbach, y protagonizada por Scarlett Johansson y Adam Driver.
Cinco años después, ‘Historia de un matrimonio’ ha reaparecido en los medios estadounidenses pero no con motivo de un reestreno o de una secuela, sino en un contexto absolutamente inesperado: la escena más tensa de la película (esa pelea largamente viralizada en la que Johansson y Driver se gritan con toda la rabia contenida de dos personas que se han querido mucho y ya no pueden hacerlo) está siendo utilizada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) como herramienta disuasoria contra el ataques de los lobos al ganado local. Así lo desveló un reportaje reciente del Wall Street Journal, en el que se explica que los pastores del sur de Oregón, una zona con alta presencia de lobos grises, han empezado a emplear drones equipados con cámaras térmicas para detectar a los depredadores durante la noche y, una vez localizados, reproducir a través de sus altavoces sonidos intimidantes para ahuyentarlos. Entre esos sonidos están fuegos artificiales, disparos, canciones de AC/DC como ‘Thunderstruck’… y la discusión de Scarlett Johansson y Adam Driver en la película de Netflix.
«Los drones comenzaron a patrullar la cuenca del río Klamath de Oregón después de que murieran 11 vacas en 20 días», explica el artículo. «En los 85 días siguientes, mientras los drones estuvieron operativos, solo murieron dos.» El supervisor del distrito del USDA en la zona, un hombre llamado Paul Wolf (sí, literalmente), explicó con claridad su lógica: «Necesitamos que los lobos reaccionen y comprendan que, oye, los humanos son malos«. La práctica se conoce como «wolf hazing», algo así como acoso sonoro contra los lobos, y se justifica en parte porque los lobos grises están protegidos a nivel federal, y no se puede recurrir a su caza como método de control.
Lo curioso del caso no es solo la efectividad del método, sino la elección de ‘Historia de un matrimonio’. ¿Qué tiene esa escena para ser tan intimidante como un disparo o un riff de Angus Young? En parte, su crudeza emocional. La discusión entre Charlie y Nicole (los personajes de Driver y Johansson) fue descrita por el propio Baumbach como «la escena más difícil que he rodado en mi vida, pero también la más gratificante». Es el punto de no retorno entre dos personas heridas que se están diciendo todo lo que nunca debieron guardarse. «Han perdido su voz; han perdido la noción de quiénes son… Están tratando de averiguar en qué creen todavía. Y creo que ese es un lugar muy peligroso para una pareja», dijo a EW, añadiendo poco después en otra entrevista con The Independent que tardó «dos días en filmar esa escena. Aunque todo sea fingido, escuchar a la gente decir esas cosas… es como oír a alguien cualquiera gritando por la calle«. A unos lobos, por ejemplo.
Fuente: Fotogramas


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